Las cosas de mi embarazo, sólo por el placer de compartirlas y dejar constacia de ellas.

Sin intención de educar ni dar consejos, puesto que no hay dos embarazos iguales, supongo...

miércoles, 28 de julio de 2010

La Primera Vez

Matrimonio. Joven. Nuestro primer embarazo:
la cara que se nos pone cada vez que hay que montar algo para el muchacho no tiene precio.

Desgraciadamente no es tan fácil como montar los muebles del Ikea.
Nosotros ya nos hemos visto manos a la obra con el montaje del cochecito-silla-sillaparaelcoche, el cambiador y la cuna y no estoy yo muy segura de que cuando le metamos ahí la primera vez no vaya a caerse de culo o salir volando.

Cuando el resto de tu vida has visto los cochecitos y las cunitas de los demás das por hecho que te vienen así hasta casa, y no te planteas jamás que constan de miles de millones de piezas que tienes que gestionar tú mismo y que unas instrucciones demasiado escuetas no te explican cómo y dónde hay que colocar.

Una vez más, la figura del padre cobra aquí un valor fundamental, cuando estás con una barriga de casi 8 meses y le ves moviendo y levantando piezas, ruedas y cacharros, tirado en el suelo poniendo tornillos, abriendo cajas que son tan altas como yo... y me miro el barrigón y me agoto sólo de pensar que estuviese yo sola teniendo que hacer eso...
Y vuelvo a pensar que el valor de una madre sola es incalculable, y no, no me apetece volver a oir aquello de "chica, cuando no te queda más remedio..." Quede o no quede más remedio, el valor, la fuerza y el coraje de una mujer sola ante un embarazo es algo que la mayoría de los seres humanos no igualaríamos ni seríamos capaces de alcanzar nunca jamás en nuestra vida.


Por otro lado, hemos comprado un bonito barreño de plástico que nos aseguran que es una bañera para el bebé y no una palangana para meter los pies, y atención queridos y queridas: tiene un agujero! Un agujero chiquitito que no es defecto de fábrica, porque al parecer todas lo tienen... y lo mejor de todo es que lo que NO tiene es un tapón, así que ¿alguien es tan amable de explicarme para que sirve un barreño/bañera de plástico si tiene un agujero????

Espero que aquello que dicen del instinto maternal y que una vez que está aquí el bebé te salgan las cosas como si las hubieras hecho toda tu vida sea verdad. Si no, me temo que al pequeño Don Alberto le bañaremos en el fregadero y le pasearemos en el carrito de la compra.


Y con todos vosotros las obras de arte de los papás primerizos. Sí, sí... Si a la vista están bien montadas... sólo hay que esperar a ver si funcionan cuando esté aquí el pequeño...








Hay una primera vez para todo y por lo general no es fácil, nada fácil.
No me quiero imaginar la primera vez que haya que usar un sacaleches O_o

miércoles, 7 de julio de 2010

El gran poder de las pequeñas cosas

El sábado pasado, hace ahora cuatro días, coincidiendo con el partido España-Paraguay, la fiesta del Orgullo y el final de la temporada de nuestro Show, no estaba muy segura de si me iba a poner de parto o el pequeño Alberto iba a salir disparado directamente atravesando el ombligo como Alien.
Despues de pasar toda la mañana con un dolor infernal de riñones, cuando por la tarde me puse en pie y en marcha, comenzó el gran festival de las patadas, los cabezazos, los codazos y rodillazos a traición.
Nunca había visto mi barriga ni ninguna otra parte de mi cuerpo moverse de esa manera.
Ni los gases provocados por el atracón de un kilo de fabada podrían provocar unos meneos tan escandalosos. Me asusté, cómo no! y mucho!
Todos los médicos coinciden en que es muy bueno notar que el bebé se mueve... de acuerdo...
Y cuánto de bueno es que el pequeño individuo se ponga a bailar reguetón dentro de mi barriga???

Cuatro días despues de este inexplicable episodio, saliendo de la clase de la matrona, se me ha encendido la bombilla y creo que he encontrado el motivo:
El sábado, coinciendo con el partido España-Paraguay, la fiesta del Orgullo y el final de la temporada de nuestro Show, me dio un antojo muy poco habitual por mi parte. No me pasa casi nunca, pero el sábado necesitaba comer chocolate... aaahhhhh... chocolaaaaaateeee...mmmmm...
Pues sí, chocolate. Insisto, no me da muy a menudo por comer chocolate, no me va demasiado, pero cuando me da, me da. Y el sábado me dio, y de qué manera! Media tableta, un bollo relleno y media botella de batido: sobredosis de chocolate!

Esta mañana cuando acabábamos la clase de la matrona, una de las chicas le comentaba que su niño no se mueve. "Estimúlale", le decía la matrona, "date pequeños toques en la barriga, a ver si reacciona... y si no, come chocolate, que se moverá seguro"
Ahá... AHÁ!!!! Come chocolate... se moverá...  Seguro??? SEGURO!!!!

Uff... El pequeño Don Alberto no ha sido poseído... y a lo mejor la explicación es mucho más sencilla de lo que podía imaginar...


sábado, 3 de julio de 2010

Aaaahhhh!

El dolor y el cansancio existen!

Quiero seguir trabajando todo este mes, pero se me agotan las fuerzas.
Necesito organizarme para descansar mucho más de lo que descanso ahora. Y eso que ya he delegado tareas y he cambiado horarios, pero cada vez mi rendimiento es menor.

Me cuesta estar sentada delante del ordenador, me cuesta caminar por la calle y mucho más me cuesta moverme y estar de pie.
La verdad, es que desde hace unos días como mejor me encuentro es tumbada, pero no puedo estar así todo el tiempo!!!

Por lo menos hasta el 31 de julio, el último compromiso laboral que tengo previsto, espero aguantar.
Salgo de cuentas el 4 de septiembre y sí, ya me han comentado por ahí que esperar poder currar el 31 de julio por la noche es una locura, pero tengo que intentarlo!
No me importa tanto cansarme como la posibilidad de que al pequeño le pueda afectar mi trabajo.
Y esto último no lo tengo muy claro, nadie me lo dice claramente pero supongo que si toda la vida las madres, sobre todo en tiempo de nuestras abuelas, se han visto obligadas a trabajar lo máximo posible no será tan perjudicial. Al fin y al cabo, este pequeño ser está calentito, amortiguadito, y tan a gusto ahí dentro.

No queda otra que ir viendo poco a poco cómo transcurren los días y, eso sí, poner de mi parte para poder tener todas las horas de descanso posibles.


Copio y pego este estracto de un blog que habla precisamente sobre la fatiga durante el tercer trimestre.
El problema es que parece que todas las madres tienen un horario de día... yo no!!!!  trabajo de día y trabajo también de noche.... y todavía no encuentro ningún testimonio de madres con trabajos nocturnos que hablen de cómo sobrevivieron...
Igualmente intento seguir estos consejos:

Fatiga: Qué puede hacer
Las siguientes sugerencias le ayudarán a evitar la fatiga excesiva durante el embarazo:

Duerma siestas. Si puede durante el día, la hora del almuerzo o antes de la cena, duerma una siesta.

Tómese descansos. En el trabajo, tome descansos frecuentes para moderar el ritmo de trabajo y recuperar energías.

Acuéstese más temprano. Le convendrá acostarse más temprano de lo habitual, en especial si se despierta varias veces durante la noche. Acuéstese cuando se sienta cansada. No se fuerce a permanecer despierta hasta la hora normal de acostarse.

Evite levantarse durante la noche. Tome suficientes líquidos durante el día. Evite tomar bebidas dos o tres horas antes de acostarse para que no tenga que levantarse con tanta frecuencia a orinar en la noche. Si tiene acidez estomacal frecuente, coma la última comida del día varias horas antes de acostarse o de irse a dormir. Antes de acostarse, estire suavemente los músculos de las piernas. Eso le ayudará a evitar los calambres nocturnos.

Haga ejercicio. A menos que el profesional de la salud le indique lo contrario, trate de hacer ejercicios por lo menos 30 minutos por día. Aun los ejercicios moderados como caminar le levantarán el espíritu y le mejorarán el nivel de energía. (No olvide consultar con el profesional de la salud qué ejercicios puede hacer y cuánto tiempo puede mantener el programa de actividad física.)

Beba líquidos en abundancia. No olvide tomar suficientes líquidos. La falta de líquidos contribuye a la fatiga.

No se extralimite y relájese. Evite las situaciones estresantes. Limite los encuentros sociales y otras actividades que la dejan extenuada. En cambio, dedíquele tiempo a las actividades que la relajan y calman. Recurra a las técnicas de relajación, como la respiración profunda, cuando sienta que necesita un descanso.

Pida ayuda. Deje que su pareja, sus hijos o amigos la ayuden en la casa lo más posible. Si se siente estresada, hable con amigos y parientes que puedan ayudarla a sentirse mejor. Hable con el profesional de la salud para que le recomiende grupos de apoyo y otros recursos.

Coma bien. Coma una dieta balanceada rica en hierro y proteína. Es particularmente importante comer alimentos ricos en hierro durante el embarazo, como por ejemplo carnes rojas, mariscos, aves, cereales y pastas fortificadas con hierro o de harina integral, verduras de hoja verde oscuro, frijoles, nueces y semillas. Si toma jugos cítricos cuando come las comidas ricas en hierro, le ayudará al cuerpo a absorber mejor este mineral.

Tome vitaminas prenatales y suplementos de hierro si se lo recomienda el profesional de la salud.
Es normal sentir cansancio durante el embarazo, en particular en el primer y tercer trimestre. Si bien los síntomas suelen mejorar en el segundo trimestre, algunas mujeres se sienten cansadas durante todo el embarazo.

------------------------
PUBLICADO: Nacer Sano
Más Información: Embarazo & más