Las cosas de mi embarazo, sólo por el placer de compartirlas y dejar constacia de ellas.

Sin intención de educar ni dar consejos, puesto que no hay dos embarazos iguales, supongo...

lunes, 16 de agosto de 2010

De todas las leyes de la física...

... creo que ninguna funciona cuando estás embarazada.

Una de las cosas que más me sorprende de este estado de gracia, es que la barriga pesa.
Sí, conozco la cara que se suele quedar a mis queridos contertulios cuando digo esto. Pero es verdad que antes de encontrarme unida a este apéndice (que ya pesará alrededor de 9 kilos...) yo pensaba que la barriga del embarazo era algo así como la cabeza... o el culo... los llevamos ahí pegados toda la vida pero habitualmente no notamos su peso.

Pero sí, pesa... y vaya si pesa. Que se lo digan a las caderas... y a las rodillas! que están organizando una macrofiesta para cuando hayamos dado a luz y todo vuelva a estar en su sitio.

Ahora también se nota mucho más el peso cuando estoy tumbada. Darme la vuelta en la cama, requiere una gran concentración, paciencia y destreza. Ya no es como al principio, que me tenía que ayudar haciendo fuerza con las manos agarrándome fuerte a la cama para poder girar. Ahora la maniobra se realiza haciendo fuerza con todo el cuerpo. Y, muy importante, intentando no poner la tripa dura, porque la sensación de que el pequeño vaya a salir disparado por el ombligo es terrible y puede herir la sensibilidad de la futura madre.

Y, como ya sabemos, los libros y las "enciclopedias del embarazo" recomiendan no tumbarse boca arriba cuando se está embarazada, porque se puede presionar la vena cava, y dificultar el riego y bla, bla, bla, bla, bla.... No dudo que se presione la vena cava y todas las demás venas del cuerpo, pero creo que el riesgo más evidente de tumbarse boca arriba es morir asfixiada por tu propio bebé.

Otra de las misiones "casi" imposibles es agacharse. No saben lo que dicen aquellos inconscientes que te aconsejan agacharte doblando las rodillas. JA JA JA! Disculpen que me ría, pero ¿¿¿doblar las rodillas e intentar que éstas soporten el peso de la barriga y el extra del culo??? Lo dicho, disculpen que me ría, jojojojojojojojo!!!

Y agacharse de la manera "incorrecta", es decir, doblando la cintura y echando el tronco hacia adelante, pues posiblemente no sea lo más aconsejable para los riñones, pero al menos es posible llevarlo a cabo. Aunque por algún extraño efecto físico, cuando me agacho hacia adelante, siento que me estalla la cabeza...

Así que desde hace ya unos meses, todo aquello que está por debajo de la altura de las caderas, no existe.
Precisamente, en esta época, en la que entre tantas otras curiosidades, una tiene la habilidad de tirar sin querer al suelo casi absolutamente todo.

También queda distorsionada la percepción real del espacio y las distancias. Creo que no queda ninguna pared ni ningún marco de la casa contra el que no me haya estampado cuando iba andando decididamente por el pasillo. Lo mismo que la cantidad de gente a la que he arrollado y empujado, SIN QUERER, mientras caminaba por la calle. Si me veis por ahí, intentad no pasar demasiado cerca de mí....


No hay comentarios: